Dios mío, ayúdame.

Amado Dios, he decido hacer una breve pausa en medio de todo lo que estoy viviendo, para venir frente a Ti y exponerte todas mis preocupaciones, mis necesidades, mis dudas y para pedirte que por favor te apiades de mí, que me des tu tierno abrazo y que me ayudes a encontrar siempre la paz y la alegría.

Señor, sé que no debería lamentarme en medio de tantas bendiciones que Tú me das, pero siento que estoy viviendo días muy difíciles. Recurro a Ti porque sé que solo Tú puedes guiarme y apoyarme a través de las dificultades y con tu amor, puedes hacerme más fuerte a pesar delas adversidades.

En esta oración quiero entregarte mi vida, mis ilusiones y mis mayores motivaciones. Yo comprendo que Tú tienes un propósito para mí y que solo puedo vivir en ese propósito si acepto tu voluntad reflejada en cada situación que se presenta en mi camino.

Es por eso que hoy te pido que me concedas la gracia de la serenidad y la fortaleza para afrontar cualquier obstáculo, que yo pueda ser como el árbol de firme tronco y grandes raíces que no se deja afectar por las brisas ligeras y que en lugar de eso, pueda crecer cada día hacia mi propósito y mi verdad.

Ayúdame a confiar en tus planes, a entender que todo sucede por una razón y a recordar que si sigo hacia adelante con fe, muy pronto podré ver todas mis oraciones convertidas en maravillosas bendiciones.

Amado Dios, muchas gracias por escuchar mi oración, gracias por tu bondad que no conoce límites y por la paz y la plenitud que encuentro en tu abrigo.

He hecho esta oración para depositarme confiadamente en tus manos. En mi vida no habrá espacio para el temor o para las dudas, porque sé que Tú eres experto en cambiar lágrimas por sonrisas, tristezas por alegrías y problemas por inmensos milagros. Te pido con todo mi corazón que mis intenciones encuentren respuesta en Ti, Amén.