POESÍAS NAVIDEÑAS PARA ADOLESCENTES.


 

*Vienen los magos*

Hacia Belén van los magos

presurosos y contentos.

Aunque tienen gran premura,

su dócil cabalgadura

los lleva a pasito lento.

 

Vienen buscando al Mesías

desde un país muy lejano,

Porque gran profecía

en sus secretos arcanos.

 

Vienen con ricos tesoros

que de su patria han traído.

Más no hay orgullo en su ofrenda;

Solo gratitud, y en prenda

del favor que han recibido. 


Anhelan pronto mirar

a tan excelsa criatura.

Poder a Cristo adorar,

y a su tributo entregar

a un rey de tan gran altura.

 

Una estrella les conduce

ante el rey de la tierra y cielo.

Y al fulgor de aquella estrella,

contemplan la imagen bella

que los llena de consuelo.

 

Fue muy largo su camino.

Más, ante un fin tan hermoso,

Se sienten recompensados,

porque han visto y adorado

a su redentor glorioso.

 

Su ofrenda, aunque rica y bella,

la encuentran pobre y mezquina.

su rico don terrenal,

no se puede comparar

con la clemencia divina.

 

Pero allí están, humillados

contentos y agradecidos.

como ejemplo consumado

de un corazón perdonado

ante quien lo ha redimido.

Amén



Mis puertas abiertas te esperan

A rústico albergue llegaste, Señor;
ni un sitio te hicieron en todo el mesón;
apenas las bestias te dieron calor,
y allí entre la paja naciste, Señor.


A todas las puertas tu madre llamó
y nadie a su angustia la puerta le abrió;
hallaste la vida cerrada al amor,
y sólo un pesebre el hombre te dio.


Florece en mi vida la nueva canción
que al mundo trajiste naciendo en Belén;
no importa que encuentres cerrado el mesón,
mis puertas abiertas te esperan, Señor.

AMÉN.

*Navidad y Vanidad.* 

Navidad y vanidad,

Tienen idénticas letras,

Que agudamente penetran

En la viva realidad.

 

Navidad debiera ser

Sencillez; sana alegría,

Más solo es algarabía,

Mucho jolgorio y placer.

 

En vez de recogimiento

Y gratitud al Señor,

Se celebra sin fervor

El divino Nacimiento.

 

Mucho ruido y pocas nueces,

En lenguaje popular

No es forma de celebrar

El culto que Dios merece.

 

Los que a la mesa se sientan

Ante los ricos  manjares,

No piensan en los millares

Que hoy con nada se alimentan

 

También hay, quien religioso

Acude al templo este día,

Pero saliendo, se olvida

Del Dios Todopoderoso.

 

Hay que estrenar el abrigo…

Seguir el ritmo mundano…

Presumir de “Buen Cristiano”

Darse alarde entre amigos.

 

Se cuida más de la apariencia,

Que lo fiel y verdadero.

El hombre ya no es sincero,

Ni con su propia conciencia.

 

¿Es esta la fiesta sagrada

que proclama este gran día?

Eso es solo hipocresía,

Vanidad bien disfrazada.

 

Vanidad de vanidades,

Como dijo Salomón.

Solo con el corazón

Se viven las navidades.

 

Lo aparente es falsedad.

El gozo empieza por dentro.

Y este  es el fiel sentimiento

De la santa Navidad.

Amén.

 


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