Comprende que Dios te ha dado dones.

 


Todos tenemos habilidades y talentos. Lo desarrollamos durante nuestra niñez y juventud, nos forma para convertirnos en quienes somos. Los talentos y las habilidades nos dan la capacidad de hacer las cosas.

Comprende que Dios te ha dado dones. ¿Alguna vez te has sentido inútil? Dios nos dio dones a todos, nos ha dotado con habilidades  para servirle y también a nuestros semejantes. Tenemos que aprender a desarrollarlos. El hombre es capaz de crear, construir y más. Todo esto procede de Dios. Dan. 1:17 ¿Alguna vez has oído a personas con inteligencia excepcional? Este término implica que la aptitud mental excepcional viene del Creador. Dios dio al profeta Daniel y a sus tres amigos gran inteligencia para que pudieran destacarse en el aprendizaje. Además, Daniel recibió ideas extraordinarias en cuanto al significado de visiones y sueños. El caso es que esos talentos no eran “accidentes” ni una hazaña realizada de algún modo por esos hombres. Su conocimiento vino como un don de Dios mismo. Hay categorías de Talentos especiales dados por Dios a las personas; van más allá de un conocimiento académico, puede ser musical, habilidad para hablar en público, costura, cocina, aptitudes mecánicas y sabiduría.etc.

Desarrolla tus dones. Cuando ponemos nuestros dones al servicio de la iglesia y de los demás, podemos desarrollar mejor nuestras habilidades. Estar activo en la Iglesia te da la oportunidad de  crecer, expandirte,  en cosas que pensabas que no poseías. En la sociedad que nos toca vivir, nadie quiere contratar a alguien que haga un mal trabajo. Hay muchos adultos indecisos en cuanto a sus dones y talentos. A algunos se les ha dicho toda su vida que son incompetentes. Otros son tímidos e inseguros por naturaleza. Aún otros quizá ni siquiera sepan para qué pudieran estar preparados.

Busca el lugar apropiado para ti. ¿Qué me agrada hacer? Es una pregunta que debemos hacernos para poder establecer en que nos gustaría servir y ayudar en la Iglesia. Desarrollar un talento es solo la mitad de la responsabilidad de un cristiano. Una vez que se ha desarrollado el don o el talento, Dios espera que lo use de todo corazón para su gloria. Tenemos la obligación de servir a Dios con nuestros talentos. El dar cuenta es un principio importante para asegurar que nosotros, como pueblo de Dios estemos viviendo realmente y haciendo lo que sabemos hacer. Los talentos sin usar con como el dinero enterrado (parábola de los talentos, Mat. 25:14-30).

Conclusión:

Dios quiere usar nuestros dones y talentos para que los inconversos se acerquen a él. Anímate a colaborar en algún ministerio de tu Iglesia. Si no intentas, tal vez `perderás la oportunidad de saber que puedes ser buen Músico, un buen Maestro de escuela Dominical, una buena cantante, o expositora de la palabra.

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